Isaías 41: 9,10,13 donde dice: "Mi siervo eres tú; te escogí y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Porque yo, Jehová, soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudo." Estos versículos nos recuerdan que tenemos un Padre Rey fuerte y defensor; que no tenemos que ser tan grandes ni tan fuertes ni tan inteligentes para resolver los problemas complicados de la vida. ¡Cuánta confianza, tranquilidad y seguridad nos da saber que contamos con la ayuda divina! En tiempos de crisis, podemos permanecer llenos de una asombrosa paz sabiendo que si los problemas son demasiado complicados para nosotros, Él se hace cargo de ellos y los resuelve. No tenemos que hacer nada. Únicamente encomendárselos mirando la situación desde la perspectiva de Dios, confiando en su promesa y su poder para cumplirla. Podemos, como un niño al que se le ha roto un juguete, traer ante Él nuestros problemas, nuestro dolor y preocupaciones, confiando en que los arreglará o sanará. Esta es la paz que sobrepasa todo entendimiento. Reconocer que Él puede resolverlo todo -cualquier situación, complicación o problema- porque Dios tiene todas las soluciones. Copyright de Nilda