martes, 15 de junio de 2010

PORQUE PREOCUPARSE CUANDO DIOS HA PROMETIDO OCUPARSE

“Dijo luego a sus discípulos: por lo tanto os digo: no os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es mas que comida y el cuerpo que el vestido. Considerad los cuervos, que ni siembran , ni siegan; que no tienen despensa ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho mas que las aves? ¿Y quién de vosotros con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?. Considerad los lirios, como crecen; no trabajan ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos” (…) “No temáis , manada pequeña, porque vuestro Padre le ha placido daros el reino”Lucas 12:22-27 y 32La preocupación es muchas, si no todas las veces, el motor de nuestra vida. ¿Qué mueve a algunas si no es la preocupación acerca de lo que deben conseguir, hacer, buscar? Las preocupaciones pueden ser mil y una: la salud o la de la familia, finanzas, el trabajo, el futuro…Muchos pasan la vida con cara de preocupados y poco tiempo sostienen una sonrisa. Me gusta mucho mirar la gente pasar en las calles porque puedo imaginar qué están hablando o pensando. Si alguna vez se detienen a observar a la gente van a descubrir, como yo, que viven con cara de preocupación en un mundo signado por los sobresaltos económicos, políticos, sociales, donde nada de lo que tienen o hagan va a ser un pasaporte seguro hacia la felicidad. Se preocupan cuando falta algo, cuando no estan seguros de lo que vendrá. Recuerden la etimología de esta palabra: pre- ocuparse. El prefijo “pre” significa “anterior”. Quiere decir que cuando las cosas aún no han ocurrido, la tendencia es tratar de resolverlas.Preocuparse sin duda denota una falta de confianza hacia el futuro.Preocuparse denota una falta de confianza hacia Dios…¿Por qué nos preocupamos aún cuando el Creador de todas las cosas nos dice que no va a dejarnos? ¿Por qué no creemos en su palabra que nos asegura que atenderá nuestras necesidades? ¿A caso el mero hecho de preocuparnos, ocupando nuestra mente en esto cambiará las cosas de alguna forma? ¿No hemos experimentado el amor de Dios para no confiar en Él? Cuando somos padres cuidamos mucho de nuestros pequeños, le proveemos todo cuanto necesiten cuando no son capaces de tenerlo por sus propios medios. De igual manera, el Padre del cielo, nos tiene en sus manos. ¿Por qué seguimos actuando como huérfanos? Pensemos en lo diferente que sería nuestra perspectiva si no siguiéramos tan preocupados.Lo limpia y clara que puede quedar nuestra cabeza después de haber comprendido que Dios nos ha dado el reino por los meritos de su Hijo. Vivamos una vida sin temor, para que nos vean por la calle y nos pregunten: ¿acaso no tienes ninguna preocupación? Y podamos responder: “ es que mi Padre me ha dado el reino y vivo como un príncipe del reino!”