miércoles, 4 de febrero de 2009

NUESTRA CORONACION

Hemos sido coronados de perdón, salvación y aceptación en el reino de Dios. Aceptar esta gran verdad y vivirla asumiendo nuestro lugar en ese reino. es lo permite que su Espíritu more en nostros y seamos adornados con el brillo de su belleza. Por eso en éste tiempo tan difécil que estamos viviendo debemos brillar para nuestro Padre Dios, y no perder ni un momento, para cumplir nuestra misión como embajadores del reino, alumbrando a otros para que tambien acudan al llamado de ser miembros del reino por la gracia de Dios y no perezcan. Tal como la reina Ester fue colocada en la corte del rey Asuero, para que pudiera salvar a su pueblo, nuestro Padre Rey nos ha puesto en determinados lugares en esta tierra para ayudar a salvar a aquellos que todavía andan a ciegas del amor, el perdón y el regalo de la salvación de Dios. Hemos sido llamados a ser un linaje escogido, para que proclamemos las obras maravillosas de aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable. Colocate la corona que Dios ha determinado para ti y asume tu posición en la realeza de Dios. Pues de que vale ser llamado hijo de Dios y nunca asumir tu posición en su reino desde aqui. Pues solo asumir tu posición es lo que te da autoridad como hijo del Rey de reyes para guiar a otros a la luz verdadera. Recuerda que nuestra coronación verdadera viene cuando hacemos que los ojos de la gente se enfoquen hacia nuestro Rey y no hacia nosotros, que los verdaderos momentos de coronación en nuestra vida no son esos que destacan lo que hemos logrado o hecho por nosotros mismos, sino cuando destacamos lo que el Rey ha hecho por ti y por otros para darnos un lugar seguro y estable en su reino. Solo asi otros podran ver como esa corona brilla con el esplendor de la gloria de Dios e irresistiblemente deseen tambien tener la corona de vida.