sábado, 13 de octubre de 2007

DOS GRUPOS DE CRISTIANOS EN LA IGLESIA



El primer grupo lo representa Marta. Ella estaba ocupada como siempre haciendo cosas para los invitados entre los cuales estaba Jesus. No es malo esto, solo que en el activismo olvidamos al Señor por quien hacemos todo. A Marta le preocupaba mas lo que la gente y Jesús pensara de ella, que disfrutar de la presencia del invitado especial. Marta representa a quienes se sumergen en las actividades, tienen tanto que hacer y dar que se olvidan de tener un tiempo a solas con Dios. Ellos estan siempre ocupados, corren de un lado a otro pero con la motivación incorrecta: Buscan mas la aprobación de los demás en lo que hacen y no en el Señor a quien sirven. Se ofrecen en el servicio y estan tan interesados en hacer cosas que en la intimidad de su hogar no les interesa y se olvidan de disfrutar de una relación personal con Jesús.
María representa al segundo grupo. Ella no está pensando si puso bien la mesa, si la comida quedó deliciosa, si los invitados tienen buena opinión de su familia y de su casa. Ella asume el papel que le corresponde a los siervos, se postra a los pies de Jesús y derrama lo mas preciado que tenía. Bastaba estar a los pies de Jesús para sentirse feliz. Ella representa a quienes han descubierto el verdadero significado del discipulado; que se hace a los pies del Salvador donde El nos ministra dia a dia y donde recibimos el pentecostes personal para luego hacer el servicio con pies ligeros. Maria estaba haciendo algo que solo en el espiritu se puede discernir. Derramo su perfume a los pies del Senor sabiendo que esos pies serian traspasados por amor a ella y a la humanidad. y porque era sentada a esos pies que ella podia escuchar su voz, fortalecerse y obtener poder para vencer. La pregunta es a cual de los dos grupos perteneces ¿estoy tan ocupado u ocupada en tantas cosas que no tengo tiempo para buscar de corazón a Jesús? o ¿Soy un verdadero discipulo y adorador de Jesuscristo, rendido a sus pies? No importa con cual te identificas, el propósito no es sentirnos mal, sino buscar la verdadera motivación de nuestro corazón, postrarnos a los pies del maestro a escucharlo y amarlo mas. Que dia a dia busques y ames mas su presencia, vivas para el y mantengas una relación diaria de oración y obediencia al Señor. Tomado del libro El Cetro de Poder Restaurado, autoria Nilda Vazquez