Una salvación que empieza con el amor de Dios quien decendió hasta la humanidad descarriada, y que se concreta en la muerte y resurrección de Cristo, adjudica toda la alabanza a Dios. Pero una salvación que incluya las realizaciones humanas, el trabajo duro, los esfuerzos personales de la carne y hasta las obras religiosas, distorsiona las buenas nuevas, porque es el hombre quien se lleva el mérito, y no Dios. El problema es que apela a la carne produciendo jactancia y orgullo. Al sembrar esta falsa idea, los legalistas estaban perturbando a las personas y distorsionando la verdad. Su mensaje era que los creyentes debían completar lo que Cristo habia iniciado. En otras palabras, que la salvación no es solo por fe, sino que requiere de las obras. Hasta el día de hoy seguimos escuchando este "evangelio diferente" el cual es un evangelio falso que dice que si ofrendamos, si asistimos a numerosas reuniones, si nos quedamos inmoviles por determinado tiempo en una esquina, o si podemos distribuir tal o cual cantidad de literatura , entonces las buenas obras y el enorme esfuerzo harán que Dios nos sonría con agrado. Esta postura teológica que hace depender la salvación de un gramo de realizaciones humanas no es una buena nueva, sino una mala noticia. El resultado de todo esto, es la gloria del hombre, porque usted quizo completar su propia salvación, lo cual jamás será posible, ni es bíblico de esta manera. Dos veces expresa Pablo su reacción hacia aquellos que introdujeron esta herejía doctrinal en antaño: Anatemas. Esta es la forma en que Pablo expresa que esas personas están condenadas ya que ésta es la palabra mas fuerte en griego para expresar condenación. La gracia dice que no tenemos que dar nada, ganar nada, ni pagar nada a cambio. Pues la salvación es un don gratuito donde usted simplemente se apropia de lo que Cristo ha provisto. Por otro lado el legalismo lo sometará a un síndrome de esclavitud que nunca acabará, porque nunca sentirá que habrá hecho lo suficiente para merecerse la salvación. No conozco una manera mas rápida de arruinarse por dentro y ser consumido por la ansiedad. En cambio el verdadero evangelio, lo hará libre y libre para siempre de toda culpa, duda, inseguridad, atadura, ansiedad y orgullo. Esto lo llevará a darle toda la honra y gloria a Dios, convirtiendose en un ministro de la gracia, al desear que otros sepan estas buenas nuevas, para que tambien particípen de este maravilloso regalo de salvación y así glorifiquen y honren a Dios. Es ésta clase de "fe que salva" la que produce las obras que de antemano Dios separó para nosotros, porque ahora el Espiritu Santo tendra el camino despejado de "nuestro esfuerzo" para producirlas en nosotros. Las obras del legalismo no son frutos de Dios sino del esfuerzo humano que en la carne trata y trata... por tal razon no son aceptables delante de Dios. El mismo declara que son hojarascas y que como hojarascas serán quemadas. Por ello si aun duda de su salvación porque se mira a sí mismo y encuentra que mucho le falta hacer por alcanzarla ¡despierte y tome conciencia, dejando ese evangelio de muerte a un lado, por el verdadero que es de Vida y Paz abundante, pues Cristo la completó para nosotros y nos la ofrece gratuitamente! ¡La gloria sea siempre para Dios! Autoría de Nilda Vázquez