Un amor hecho carne, un niño especial naciendo en un humilde pesebre…amor que costó la vida de Jesús en la cruz cargando nuestros pecados. Un amor en acción, un amor comprometido. Que nuestros corazones puedan centrarse en el Señor y en Su amor hacia nosotros. Que ese amor especial de Dios pueda hacerse carne en nosotros de tal manera que, como dice en Efesios 5:2 podamos mostrar en nuestras vidas ese andar en amor…
“Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”¡¡Qué mejor regalo podemos dar que entregar… amor!! Él es amor y Su amor en nosotros es lo que nos capacita a amar, recordando que:
El amor es un acto de la voluntad. Es una decisión, un compromiso que debe ser renovado a diario. Dios nos da la voluntad de amar y la capacidad de actuar de acuerdo a esta decisión.
El amor es acción, no solo palabras. Nuestras acciones, en respaldo a nuestras palabras, son la evidencia de nuestro amor. (1Juan 3:18). El amor de Dios se hizo acción: entregando la vida de su Hijo por nosotros.
El amor no hace selección de personas. (Lucas 6:32-35) El mismo amor que Dios me tuvo a mi… a pesar de mis faltas, de mis errores. El Espíritu Santo nos proporciona la gracia para amar.
El amor no espera nada a cambio. Es entrega (1Cor. 13) y en la medida de mi entrega Dios…. será la medida de mi amor a otros… porque el verdadero amor es cuando manifestamos Su amor a través de nuestras vidas.
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviéreis amor los unos con los otros.” Juan 13:35
Por eso regala amor, un amor comprometido, un amor activo, un amor que se extienda hacia aquellos con los cuales necesitamos reconciliación…un amor que muestre al mundo nuestra condición de verdaderos príncipes y princesas como hijos de nuestro Rey, quien es todo amor, compasion, misericordia y bondad.
“Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”¡¡Qué mejor regalo podemos dar que entregar… amor!! Él es amor y Su amor en nosotros es lo que nos capacita a amar, recordando que:
El amor es un acto de la voluntad. Es una decisión, un compromiso que debe ser renovado a diario. Dios nos da la voluntad de amar y la capacidad de actuar de acuerdo a esta decisión.
El amor es acción, no solo palabras. Nuestras acciones, en respaldo a nuestras palabras, son la evidencia de nuestro amor. (1Juan 3:18). El amor de Dios se hizo acción: entregando la vida de su Hijo por nosotros.
El amor no hace selección de personas. (Lucas 6:32-35) El mismo amor que Dios me tuvo a mi… a pesar de mis faltas, de mis errores. El Espíritu Santo nos proporciona la gracia para amar.
El amor no espera nada a cambio. Es entrega (1Cor. 13) y en la medida de mi entrega Dios…. será la medida de mi amor a otros… porque el verdadero amor es cuando manifestamos Su amor a través de nuestras vidas.
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviéreis amor los unos con los otros.” Juan 13:35
Por eso regala amor, un amor comprometido, un amor activo, un amor que se extienda hacia aquellos con los cuales necesitamos reconciliación…un amor que muestre al mundo nuestra condición de verdaderos príncipes y princesas como hijos de nuestro Rey, quien es todo amor, compasion, misericordia y bondad.