La "religión" viene de un concepto erróneo que nos lleva a observar y obedecer un conjunto de leyes, normas y doctrinas, creadas por el hombre con el fin de ganar el favor de Dios. Es un esfuerzo humano por agradar a Dios. Pero esto es es un mero formalismo, pues sin la manifestación del poder sobrenatural de Dios muchos convierten al cristianismo en otra religión muerta. Las siguientes características son evidentes en las personas que son religiosas o legalistas.
- Observan todas las reglas, pero son rebeldes a los principios fundamentales de la Palabra de Dios.
- Quieren vivir para Dios en lugar de vivir de Dios - El énfasis aquí es que nuestra fuerza viene de Dios, no de hacer cosas para Dios, pues no se trata de vivir para Dios, sino de permitir que el viva a través de nosotros. Obedecen la palabra de Dios por miedo,inseguridad y orgullo- esto con el fin de lograr aceptación, para ser percibidos con un nivel de santidad mayor que otros o para sentirse superiores, en lugar de hacerlo pro amor y obediencia a Dios.
- Tienen un "lenguaje cristiano" que ellos mismos han desarrollado, el cual rara vez -o nunca- practican. Con sus labios confiesan a Jesús, pero sus corazones están lejos de El. Hablan exageradamente de mucho servicio a Dios y no del Dios que vino a servirnos, pero sus acciones difieren de sus obras (vea Isaías 29:13).
- Tienen apariencia externa de espiritualidad, pero carecen del poder (2 Tim.3:5). Están enfermos pero no tienen poder para liberarse. sufren de ira, de enojo porque no tienen la vida del Espíritu Santo, la cual debe llevarlos a producir fruto espiritual (Gálatas 5:22-23).
- Están llenos de orgullo, envidia y competencia.
- No han recibido la revelación de que la santidad viene con la morada y presencia de Dios en nuestras vidas, y no por esfuerzo humano o buenas obras. Por eso luchan en sus propias fuerzas para convertirse en aquello que solo Dios es quien lo realiza a través de Jesús. Tratan de ser dignos de acercarse a Dios pro sus méritos, cuando ya hemos sido hechos dignos pro medio de la sangre de Cristo.
