viernes, 4 de abril de 2008

MI IDENTIDAD EN CRISTO



Mi servicio al Señor empezó a tener verdadero valor para El cuando comprendi la gran verdad de que mi verdadera identidad está en el hecho de ser hija de Dios. Existen muchas cosas que pueden identificarnos, como es nuestro nombre, las huellas digitales, la profesión, ser esposa de una persona influyente, ser madre de unos hijos destacados, o inclusive ser admirada o respetada por otros. Sin embargo, cualquiera de éstas cosas que nos identifican podrían perderse en cuestión de un momento y nos quedaríamos sin piso. Pero ¿que de la realidad de ser hijos de Dios? Cualquiera de las otras cosas es algo muy debil que en un momento se podrian derrumbar, pero ser hijo/a de Dios es un lazo tan fuerte que trascenderá por toda la eternidad. El mejor ejemplo de identidad es Cristo mismo, quien como Hijo de Dios se humilló hasta lo máximo por los seres humanos. Por eso en el puedo: Tener un concepto adecuado de mí misma, servir sin esperar recompensas, callar cuando no me tengan en cuenta, asociarme con los humildes, gozarme cuando otro recibe el mérito u honor que me corresponda, conocer mis limitaciones para no intentar decir que hago más de lo que puedo hacer o que verdaderamente hago, saber decir que no, a pesar de mí y de los demás sin sentirme culpable y ver surgir a otros sin sentir celos u envidia. Como dijo el apostol Pablo: "Si vivo, para El vivo y si muero, para El muero." Rom 14:8 Gracias a mi identidad en Cristo nada me podra dañar, pues mi identidad radica en que soy hija del Dios vivo, una seguridad y certeza que nadie me podrá quitar.

lunes, 31 de marzo de 2008

SIENDO COMO NINOS PARA HEREDAR EL REINO


En una ocasión Jesús dijo a sus discipulos: "De cierto os digo, que si no os volveís y os haceís como niños, no entrareís en el reino de los cielos". Mateo 18:3 ¿Que quizo decir Jesús? Para esto necesitamos entender cuales son las características de un niñito? Este vive por fe, porque su mayor característica es confiar en los demás. El confía en sus padres, confía en sus niñeras, confía en sus maestros, debido a su naturaleza confiada aveces hasta confía en personas en las cuales no debería depositar su confianza. Este no se provee nada para si mismo, sin embargo todo le es provisto. No se preocupa por los planes del mañana, y aun así toda su vida es planificada para él, encontrando sus caminos alistados. El entra y sale de la casa de su padre sin cuestionar su pertenencia ahí. Disfruta de todas las cosas buenas que ésta contiene sin haber gastado un solo centavo en procurar comprarlas. Las tormentas podran pasar por las calles de su ciudad, pero él no piensa en ellas. El hambre y las guerras podrán rodearle, pero bajo el cuidado de su amoroso padre se siente seguro y en perfecta tranquilidad. Vive el presente día a día sin cuestionar los planes de su padre. ¿Quien es el mejor cuidado en un hogar? ¿Acaso no son los pequeñitos? Estos son alimentados, vestidos, amados y los padres se deleitan en ellos y nadie es más que ellos. Por eso la vida de fe cristiana consiste en esto: Ser como niños con nuestro Padre Celestial, lo cual transforma toda vida cansada y ansiosa en una vida bendecida y reposada. Deja que la vida de confianza de un niño libre de cargas y preocupaciones, tome control de tu corazán para saber como responder en confianza a Dios. Deja todo en sus manos, aprende a ser literalmente como dice Filipenses 4:6 "Por nada esteis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias" ...y encontrarás que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento mantendrá tu corazón y mente en Cristo Jesus".