lunes, 14 de marzo de 2011

QUE BRILLE LA LUZ DE JESUS

Hoy dia los medios de comunicación nos informan acerca de personas que, de manera compasiva, hacen obras para la comunidad donde viven o más allá de su entorno geográfico. A menudo, los denominan como: “Héroes”, “Modelos para imitar”, y los mismos son homenajeados con reconocimientos, etcétera. En tiempos de tanta indiferencia social como en los que vivimos, hay que reconocer que estas personas desarrollan una tarea muy digna, pero no logran cubrir la necesidad espiritual de aquellos a quienes asisten. La Biblia dice: “Ustedes son la luz del mundo. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo” (Mateo 5: 14,16). Aqui Jesús nos afirma que somos la “luz del mundo” y nos indica que debemos hacerla brillar delante de los demás, pero no para beneficio propio o para recibir algún homenaje, sino para que las personas que viven y caminan en la oscuridad de este mundo, puedan ver las buenas obras y alaben a Dios por ellas. Todo lo que hagamos debe conducir a la alabanza a Dios y no dejar “nuestro sello personal”. A diferencia de las acciones de caridad, las buenas obras de las que habla Jesús, iluminan. Cuán apreciada es en tiempo de angustia una palabra de consuelo, un abrazo transmisor del amor de Dios o una sencilla oración; o cuán grata es la compañía de alguien, en quien habita la palabra de Cristo, cuando mas se es necesitado. Si miráramos a nuestro alrededor con detenimiento, podríamos ver a muchas personas que esperan que brille la luz de Jesus a traves nuestro. El texto dice: “Hagan brillar su luz delante de todos…” y realizar las obras que el Señor preparó con anticipación para que hiciéramos. “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (Efesios 2:10). Si disponemos nuestros corazones y somos sensibles a su voz, Dios nos guiará a esas buenas obras, preparadas de antemano para iluminar a aquellos que hoy transitan la oscuridad en busca de la luz, y que darán gloria a Su Nombre.