Jesús nos dice: Juan 15:5 “porque separados de mí nada podéis hacer.
Los humanos entendemos que sin Él nada podemos hacer, solo cuando no podemos hacer nada y es por eso que a veces Dios nos muestra nuestros límites permitiendo que lleguemos hasta donde solo podemos llegar cuando ve que usamos nuestra fuerza inutil para alcanzar lo que no podemos alcanzar.
Muchas veces pretendemos guiar el plano de nuestra vida y parece que todo va bien, pero al primer viento fuerte, y cuando las olas son demasiado grandes, es allí donde “gritamos Señor ayúdanos” queriendo decir: aparécete, muéstrate!
Pero que tal si tu amigo toca la puerta de tu vida solo cuando necesita... llegará el momento que te vas a dar cuenta que algo no es justo.
¿Por que a veces buscamos a Dios y parece que no pasa nada? No pasa nada porque en realidad no estamos buscando a Dios, sino solo su ayuda. Vamos cuando estamos desconformes, cuando necesitamos que algo se resuelva, o cuando estamos en una situación difícil y es por eso que vamos a él.
La biblia dice que el que busca encuentra y al que golpee se le abrirá. Esa es una promesa clara y siempre valida.
Se imaginan decirle a Dios, yo solo necesito que me ayudes en esto pero después hazte a un lado de mi vida. Tu palabra dice que eres amor y bueno, por lo tanto... resuelveme!
No pasara nada porque en realidad las expectativas de Dios son distintas, pues El espera que la relación de Padre a hijo no solo se limite a necesidades. Eso hacía el pueblo de Israel cuando trataba de buscar a Dios y cuando recibía se quejaba. Tanto fue que Dios dijo: Ya me cansé de vuestros sacrificios y reconocimiento. Si van a buscarme háganlo de corazón.
Dios desea que entendamos que sin El en nuestra vida nada podemos hacer debido a
que el príncipe de este mundo Satanás es quien gobierna el medio en el que vivimos. Efesios dice que nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades de las tinieblas a quienes no podemos combatir solos.
Este mundo está gobernado por fuerzas demoniacas de maldad. Es decir no se trata de algo sencillo, es algo bastante serio y peligroso a lo que me refiero.
Por lo tanto reconoce tus limitaciones:
No esperes a que el agua te llegue al cuello. Acércate a Cristo hoy.
Acercate a Él de corazón sincero y de forma sencilla.
Dile cada día: Señor te necesito, ayúdame.
Prepara un lugar para Él en tu vida.
Dale espacio en tus decisiones.
Permítele el gobierno.
Reconócelo en todos tus caminos
Confía en Él y Él hará
Deja que Él guíe tus pasos cada minuto, antes de caer, dile: Señor ocúpame en tu reino.
Llévale a donde vayas y no le dejes de lado.
Compártelo con tus amigos.
Él es fiel.
Ora al terminar esta lectura y dile: “Señor separado de ti nada puedo hacer”. De ahora en adelante deseo ponerme en tus manos poderosas que todo lo pueden hacer!