Jesús nunca se propuso que vivieramos como un llanero solitario. Si no le damos importancia a las relaciones afectivas con los demás, no seremos creyentes equilibrados. Ninguna parte u organo de un cuerpo puede sustentarse a si sola. porque es difícil sustentar la vida fuera del cuerpo. Al permanecer unidos al cuerpo de Cristo en comunión y amándonos unos a otros, nos fortalecemos mutuamente. Jesús dijo que una marca que indentificaría a un discípulo, es su amor por los demás. Amar a otros y tener parte en una agradable comunión con ellos demuestra que Cristo es el centro de nuestras vidas. Las relaciones afectivas están en el centro mismo de la vida en Cristo. Él mismo nos demuestra cómo tener comunión con los demás. Jesús no les dijo a sus seguidores que siguieran su camino solos, sino que demostraran el amor del cual Él les había dado ejemplo. Él dió el ejemplo de amor para nosotros dándonos a Jesus y nos manda a demostrarlo a otros. El apartarse de la comunión con los demás, dificulta nuestra capacidad para demostrarles nuestro amor e impide que los demás nos demuestren su amor. La separación y el individualismo no son los métodos de Cristo. Él reúne a los creyentes como una familia para expresarse amor unos a otros. Adorar juntos es una manera de recibir fortaleza y motivación de otros hermanos. El amor abundante que Dios el Padre tiene por su Hijo Jesus, es la fuente de amor que el Hijo tiene por sus seguidores. Tal amor es el ejemplo del amor que debes tener por otros. Las profundidades del amor de Jesús, que lo llevaron a la cruz, no deben sorprendernos, porque reflejan el amor que el Padre tiene por el Hijo. "Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor"Juan 15:9 Copyright de Nilda
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