Dios por medio de la sangre derramada de su hijo unigénito nos ha vestido con ropajes de salvación. Hemos sido favorecidos y bienaventurados por los meritos de Cristo quien ha hecho disponible un vestuario completo de brocado de oro, confeccionado por el mejor diseñador del universo. Con este vestuario podemos estar vestidas apropiadamente para ver al Rey de reyes. Salmos 45: 13-15 nos dice que de brocado de oro es el vestido y que con vestido bordado serás llevado/a ante el Rey. No existe otro vestuario apropiado para acceder a la presencia del Rey. Ningun dinero o esfuerzo humano a traves de un catalogo de buenas obras sirve para diseñar un vestuario que nos pueda conferir el privilegio de poder entrar en su Reino. Sin embargo el ofrece el vestuario gratuitamente para todos los que por medio de la fe aceptan ser cubiertos por su sangre vertida en el Calvario. Solo con este vestido somos adoptados en el Reino como herederos legitimos del Rey, y un nombre nuevo Principes y Princesas del Reino.
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