
El enemigo quiere que usted y yo creamos que podemos comprar la gracia de Dios. La gracia de Dios no esta en venta, pues su misma
definición es favor inmerecido, lo cual indica que es un regalo. La gracia no se puede comprar con
oración, lectura
bíblica o las ofrendas. Ni siquiera se puede comprar con buenas obras. No se puede comprar leyendo, memorizando las escrituras. Pues esta no se compra porque solo se recibe.
Después de muchos anos de lucha como miembro de la iglesia, Dios me revelo que no es por la fuerza humana que debo vivir, sino por el
Espíritu del
Señor. Mi vida cristiana y el ministerio que Dios me ha dado para alcanzar a otros mediante la palabra y la escritura, no depende de mis esfuerzos, sino de la presencia y el poder de Aquel que vive su vida y obra a
través de mi y la gloria se la debo toda a El. En mi caso tuve que aprender la
lección hacen 19 anos, pues muchas veces en nuestro celo por servir al
Señor hacemos mucho, descuidando la mayor y mejor parte, la de estar a los pies de
Jesús bebiendo del agua de vida
directamente de sus manos. Hay que aprender que solo en la presencia del
Señor es que recibimos su poder! No es asunto de tratar de hacer deberes o imitar lo que otros hacen tomando prestado del aceite de quienes tienen un poco extra. Es correr en busca del aceite uno mismo pasando tiempo en privado con Dios antes de hacer otras cosas o poner otras cosas en primer lugar. Tenga verdadera
comunión con Dios para que sea estable mientras enfrenta los acontecimientos de la vida diaria y los que
vendrán para el fin del tiempo, lo cual nos
hará contemplar y ver que nuestra justicia es como trapo de inmundicia al compararla con la justicia del Todopoderoso. Como persona no merezco disfrutar de la
unción del
Espíritu Santo sobre mi vida, solo porque paso tiempo con el diariamente. Pues la gracia de Dios no se recibe por hacer cosas, o seguir un
método, pero el sumergirnos en su palabra nos hará ver cuan grande es nuestra necesidad de su gracia infinita, reconociendo que necesitamos colirio y oro refinado para ver que la justicia de Dios es la
única que puede cubrir nuestras faltas y hacernos aceptos delante de nuestro Padre Celestial. Que hermoso que podemos contar con Su justicia. Seamos agradecidos por su gracia tan sublime, tan abundante y que es mas que suficiente
permitiéndonos disfrutar de la paz, el gozo y el reposo que nos da en Cristo
Jesús! Que esta semana santa puedas meditar en cuan maravillosa es Su gracia y que te sostenga por siempre!
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