Generalmente escribo acerca de lo que he experimentado o he aprendido. Recurro a contarle a otros acerca de aquello que Dios me ha revelado en su palabra y del beneficio que me ha traido cuando he pasado por situaciones en que solo su palabra ha sido el balsamo mas preciado. Aquello que sé, lo he aprendido porque no sólo lo he leído sino porque tambien lo he experimentado en mi vida. Es probado que el proceso de asimilación de conocimientos se asegura en un 90% cuando involucramos el acto de escuchar, la lectura y la experiencia. Si alguien hoy nos preguntara acerca de Dios, podriamos hablar de Él, porque lo hemos conocido? Cuando nada pasa en nuestras vidas y no sentimos emocion de contarle a otros de las maravillas de Dios y como ha intervenido en nuestras vidas....necesitaremos pedirle al Senor que nos de el despertar de su gracia… para poder experimentarle cada día, aprender de El cada día a sus pies, encontrarle y responder a Su Voz que nos llama y nos dice que nos espera, que nos ama, y que otra vez, nos espera. Que nos despierte para que nuestra vida no caiga en la extrana dualidad de caminar a Su lado pero no le miramos... de hablar de El, pero no hablar con El, de decirle a otros lo que El hace, pero dudar que lo haga con nosotros. Pues ¿de qué sirve la fuente si le falta el agua? ¿Qué es este cuerpo si le falta la vida? No podemos hablar del Pan mientras estamos hambrientos. Enseñar en el camino y sentirnos perdidos. Nombrar la Verdad y estar engañando. Saber dónde fluye la vida y estar como muertos. Que ese despertar haya sido una realidad en tu vida y que estes dia a dia deleitandote con El a cada paso!
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