Cuando la tormenta oscura y violenta se avecina y avanza, las aves aterradas agitan sus alas con furia, apresurándose para encontrar un escondite. Pero desde un lugar alto sobre una roca, el águila, también, puede ver acercarse la tormenta. Cernido y firme, espera el momento. Luego, abriendo sus fuertes alas, se lanza desde la roca y es elevada por el viento de la tormenta... Arriba... arriba... arriba se levanta a alturas que nunca antes había alcanzado. Por encima de la tormenta, el águila está protegida, segura y gloriosamente libre de temor. Los creyentes, también pueden levantar alas como las águilas por encima de las tormentas de la vida ... sin temor, sin agitarse. Nuestra posición en cada crisis está determinada por nuestra reacción a los tratos de Dios y las circunstancias que El permite. ¿Volaremos por el aire o temblaremos en alguna cueva oscura? La tormenta solo nos provee los medios para poder levantarnos a nuevas alturas espirituales.“Los que esperan en el Señor...levantarán alas como las águilas.” Copyright de Nilda
1 comentario:
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Dios les bendiga.
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