miércoles, 18 de julio de 2007

UNA EXPERIENCIA REFRESCANTE CON JESUS


Tener una experiencia con Jesús va más allá de todo conocimiento intelectual que podamos adquirir de Él, o títulos teológicos que adquiramos. Lo triste es que muchos se detienen ahí, sin idea de que hay más. Jesús desea que experimente el placer refrescante de su presencia en su vida. Él desea que su palabra sea mucho más que otro volumen en su enciclopedia de hechos bíblicos. El no murió simplemente para garantizarnos un lugar en el cielo. También murió para concederle el maravilloso privilegio de disfrutar la maravillosa y refrescante presencia de Él. Nos llama a entrar en un compañerismo especial con el Hijo de Dios que refrescará cada célula de nuestras vidas. Se trata de una intimidad que eleve a su espíritu a comunicarse con Él en cualquier lugar y momento, sin importar lo que esté pasando. De poder reunirse con Él en medio del sufrimiento, lugares y momentos que quizá algunas jamás se imaginarían. De disfrutar de un sentido profundo y permanente de su cercanía. De tener una seguridad en todo tiempo que solo Su presencia permanente es capaz de dar. Muchos pueden hablar horas largas de teología, servir en la causa del Señor, o hacer ejercicios rigidos espirituales, pero debajo de todo eso se preguntan...¿porque sienten a Jesús tan lejano, tan histórico, tan relacionando con la iglesia? Si ésta es su situación, quiere decir que todavía no ha llegado a su vida lo mejor. Nunca se podrá experimentar a Jesús hasta que no dejemos de estar concentrados en nosotros mismos. Por eso necesitamos orar como lo hizo el salmista: “Examíname o Dios y sondea mi corazón, ponme a prueba y sondea mis pensamientos; Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.” Salmos 139: 23 Tomado del libro Refrescandonos en Su Presencia, autora Nilda Vazquez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nilda, Dios te bendiga mucho.
Gracias mil por tu página de internet. Muy refrescante. Espero usarla para ayudar a alguien.