Muchas personas están en medio de dificultades confiando en Dios por una solución. En medio de su fe están teniendo la oportunidad de crecer. Algunas situaciones difíciles podrían ser: traición, pérdida de un ser querido, enfermedad o decepciones muy penosas. Todos hemos experimentado alguna de estas circunstancias difíciles en la vida. A veces el enemigo utiliza a alguna persona conocida con pensamientos fijos e irracionales para hacer acusaciones injustas. Pero el Señor da instrucciones de guardarnos de responder contra ellos y en su lugar usar ciertas estrategias que el da para ésta continua batalla, mientras uno se sostiene firme no importa cuales sean las circunstancias:
Orar los Salmos 35 y 91 para que los ángeles de Dios les vigilen.
Perdonar continuamente. El perdón mantiene sus corazones abiertos a la dirección y bendición de Dios.
Orar para que la persona encuentre el arrepentimiento, vuelva en sí y escape de la trampa del enemigo (vea 2 Timoteo 2:26)
Orar que cada miembro de la familia desarrolle una relación significativa con Dios para sostenerse firme en medio de las circunstancias.
Si Dios es suficientemente grande para poder controlar todos los aspectos de la naturaleza, necesitamos creer que Él es lo suficientemente grande para resolver nuestras dificultades y honrar sus promesas. Todo hijo de Dios tiene que llegar al punto de creer que el Todopoderoso puede lidiar con lo que el no puede. En cada ocasión que he caminado a través de momentos difíciles, mi relación con Dios se ha fortalecido. Después de llegar a ese lugar de confianza en Jesús, he aprendido a sostenerme de versículos de la Escritura así como una persona que se está ahogando se sostiene de un salvavidas. Él es el único en quien se puede confiar y depender plenamente. Es la única reserva de fortaleza que nos capacita para continuar. ¿Qué persona se anotaría en curso de aflicción o dificultad? Difícilmente alguna. Pero...¿quien no desearía ser conocido por su resistencia, madurez espiritual y fe íntegra? Los momentos difíciles tarde o temprano llegarán, pero debemos aprender con ellos a depender más en Jesús como nuestro Salvador y Libertador. Porque eso es lo que siempre nos sostendrá. Copyright de Nilda
Orar los Salmos 35 y 91 para que los ángeles de Dios les vigilen.
Perdonar continuamente. El perdón mantiene sus corazones abiertos a la dirección y bendición de Dios.
Orar para que la persona encuentre el arrepentimiento, vuelva en sí y escape de la trampa del enemigo (vea 2 Timoteo 2:26)
Orar que cada miembro de la familia desarrolle una relación significativa con Dios para sostenerse firme en medio de las circunstancias.
Si Dios es suficientemente grande para poder controlar todos los aspectos de la naturaleza, necesitamos creer que Él es lo suficientemente grande para resolver nuestras dificultades y honrar sus promesas. Todo hijo de Dios tiene que llegar al punto de creer que el Todopoderoso puede lidiar con lo que el no puede. En cada ocasión que he caminado a través de momentos difíciles, mi relación con Dios se ha fortalecido. Después de llegar a ese lugar de confianza en Jesús, he aprendido a sostenerme de versículos de la Escritura así como una persona que se está ahogando se sostiene de un salvavidas. Él es el único en quien se puede confiar y depender plenamente. Es la única reserva de fortaleza que nos capacita para continuar. ¿Qué persona se anotaría en curso de aflicción o dificultad? Difícilmente alguna. Pero...¿quien no desearía ser conocido por su resistencia, madurez espiritual y fe íntegra? Los momentos difíciles tarde o temprano llegarán, pero debemos aprender con ellos a depender más en Jesús como nuestro Salvador y Libertador. Porque eso es lo que siempre nos sostendrá. Copyright de Nilda
1 comentario:
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David López
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