El Salmista dijo: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría lejos;Moraría en el desierto Me apresuraría a escapar del viento borrascoso, de la tempestad Salmos 55:6-8. Muchas veces las circunstancias que nos tocan vivir nos hacen desear, como el salmista, volar lejos… Sin embargo estas circunstancias NO escapan al control de Dios, y Él nos da una salida para cada una de ellas. Veamos juntos cuales son los pasos que debemos dar para volar con el Señor más allá de las circunstancias.
* Circunstancias familiares. Un corazon confiado. Confiando en Dios y en que puedo descansar en sus decisiones para mi familia, aún su cuidado y misericordia frente a lo que esté ocurriendo. La fidelidad de Dios es sólida, sus promesas están respaldadas por Su carácter.
* Circunstancias de salud. Un corazón rendido. Él está al control y lo que permite es para mi bien y Su gloria. Dios puede ser glorificado a través de estas circunstancias. Debo dejar a Dios obrar en mi y a través de mi rindiendo mi corazón a su voluntad… porque “ Su poder” se perfecciona en mi debilidad.
* Circunstancias con personas. Un corazon perdonador. Independientemente de cuales sean estas circunstancias adversas en relaciones interpersonales, Dios nos pide: Un corazón perdonador, sin amargura, lleno de amor incondicional.
* Circunstancias económicas. Un corazón en paz y contento. Pablo entendía que cambiar las circunstancias no era lo que traía gozo, porque el contentamiento NO tiene que ver con la situación por la cual estemos pasando, sino por mi actitud en medio de ella.
Tal vez no sea posible controlar nuestras circunstancias....pero sí podemos impedir que éstas nos controlen. Podemos confiar en un Dios sabio, amoroso y soberano que controla cada circunstancia de nuestra vida... reconociendo que el gozo verdadero NO radica en la ausencia de sufrimiento, sino en la presencia santificadora del Señor que nos sostiene en medio del dolor. Dios no te llevará donde Su gracia no te pueda sostener. “Mas Jehová me ha sido por refugio, y mi Dios por roca de mi confianza.”Salmos 94:22 Copyright de Nilda
* Circunstancias familiares. Un corazon confiado. Confiando en Dios y en que puedo descansar en sus decisiones para mi familia, aún su cuidado y misericordia frente a lo que esté ocurriendo. La fidelidad de Dios es sólida, sus promesas están respaldadas por Su carácter.
* Circunstancias de salud. Un corazón rendido. Él está al control y lo que permite es para mi bien y Su gloria. Dios puede ser glorificado a través de estas circunstancias. Debo dejar a Dios obrar en mi y a través de mi rindiendo mi corazón a su voluntad… porque “ Su poder” se perfecciona en mi debilidad.
* Circunstancias con personas. Un corazon perdonador. Independientemente de cuales sean estas circunstancias adversas en relaciones interpersonales, Dios nos pide: Un corazón perdonador, sin amargura, lleno de amor incondicional.
* Circunstancias económicas. Un corazón en paz y contento. Pablo entendía que cambiar las circunstancias no era lo que traía gozo, porque el contentamiento NO tiene que ver con la situación por la cual estemos pasando, sino por mi actitud en medio de ella.
Tal vez no sea posible controlar nuestras circunstancias....pero sí podemos impedir que éstas nos controlen. Podemos confiar en un Dios sabio, amoroso y soberano que controla cada circunstancia de nuestra vida... reconociendo que el gozo verdadero NO radica en la ausencia de sufrimiento, sino en la presencia santificadora del Señor que nos sostiene en medio del dolor. Dios no te llevará donde Su gracia no te pueda sostener. “Mas Jehová me ha sido por refugio, y mi Dios por roca de mi confianza.”Salmos 94:22 Copyright de Nilda
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