
Tuvo que soportar la burla de la gente que dudaba de todo lo que hizo. ¡Cuantas veces las miradas y las burlas de los cercanos detienen a muchos! Sin embargo el continuó. Porque su confianza estaba puesta en Dios y no en los hombres, conociendo que Dios nunca falla. Y así mismo fue, el diluvio vino y terminó. Noe pudo disfrutar por haberse arriesgado a confiar en una promesa del Señor. Nosotros tambien podemos ser diligentes y honrar a Dios con nuestro trabajo. Arrieguemonos por medio de los servicios que damos a otras personas ya sea como maestro, picólogos, médicos, llevemos a otros el agua de vida que tanto necesitan para saciar su necesidad. Si el maestro ofrece instrucción, puede darle a sus alumnos la mejor enseñanza superior de todas que es Jesús. Si el psicólogo ofrece terapias para sanar el dolor emocional de muchas personas, puede ofrecer la solución para sanar ese corazón quebrantado, quien es Jesús. Si el médico ofrece tratamiento para sanarlas las dolencias físicas, puede utilizar ese canal para hablarles a sus pacientes sobre la sanidad que Jesus trae a nuestras vidas mediante el bálsamo de su palabra. Todo esto podemos hacer porque Dios no nos ha dado espiritu de temor sino de poder, ademas de autoridad para pisotear serpientes y escorpiones que se interpongan en medio nuestro!!!
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